Albahaca

Clasificación botánica

La albahaca, Ocimun sp., pertenece a la Familia de las Lamiaceae y de la Tribu de las Ocimoideae. El género Ocimum incluye cerca de 160 especies conocidas. La clasificación botánica de las albahacas es sumamente compleja.


Historia

La albahaca, Ocimum basilicum, es sin duda una de las hierbas aromáticas más cultivada en las huertas. El género Ocimum incluye más de 160 especies, anuales y perennes de corta vida, repartidas en varios continentes: América del sur y central, Asia y África.

A pesar de su importancia a nivel económico, su taxonomía resulta confusa a causa de las variaciones infinitas que ella representa en cuanto a sus condiciones de cultivo. El aura de esta planta es de las más misteriosas, pues ha sido venerada por unos y despreciada por otros.

En Irán y Malasia, la albahaca es sembrada en las tumbas. Es símbolo de duelo en el cuento de Boccace “Isabela o el tarro de albahaca”. En la Grecia Antigua, la albahaca era símbolo de odio y de desgracia. Los griegos representaban la pobreza con una indigente que llevaba albahaca. Los romanos pretendían que entre más la maltrataban, más crecía.

En Creta, simboliza el amor limpiado con lágrimas. En Moldavia todavía existe una tradición según la cual todo joven se enamorará de una muchacha de quien reciba una ramita de albahaca. En algunas regiones de Italia es prueba de amor: una muchacha siciliana quita el tarro de albahaca de la ventana para indicar que el muchacho puede pasar.

En la India, la albahaca está consagrada a Krishna y Vishnu y se considera que otorga protección al hogar. Todo buen Hindú lleva una hoja de albahaca en el pecho cuando muere: ella es el pasaporte hacia el paraíso. Junto con la salvia (Salvia officinalis) la albahaca permitió a la Sagrada Familia esconderse cuando huían de Herodes.

En relación con estas dos visiones de la planta, se pueden evocar dos etimologías. La primera, la más evidente, tiene relación con la realeza, a lo que es real, basílica, basilius, etc.

La segunda, que viene de la mitología, se relaciona al Basilisk, el rey de las serpientes, que no se desplazaba, según Plíneo, como las otras serpientes, sino con el cuerpo erecto. Esa leyenda puede explicar las numerosas referencias mencionando, en algunos pueblos, a los alacranes ligados con las albahacas.

Esas dos visiones opuestas son tal vez a la imagen del ser humano. La basílica hace referencia a lo que hay de más elevado en el hombre. El Basilisk, el rey de las serpientes, hace referencia a todo lo que está más cerca de la naturaleza silvestre, pasiones y deseos. El hombre tiene el poder, en su evolución, de transformar todas las fuerzas destructivas que existen en él y la albahaca actúa de la misma manera en la comida que ingiere el hombre. En efecto, la albahaca tiene la reputación de penetrar la sangre tan rápido como lo hace el veneno y de repeler todo lo que se opone a la vida.

La albahaca merecería sin duda un uso más universal, como lo fue en el pasado, para que pudiera oponerse al ataque de la serpiente de mil cabezas, que apareció, en nuestra época, en el campo de la nutrición.

A nivel terapéutico, la albahaca ha sido usada para aliviar algunos problemas nerviosos leves, para los dolores de cabeza, y algunos reumatismos. En América central, es utilizado para problemas de sordera. Las hojas secadas se ponen a macerar en aceite de oliva.

En la medicina china, es usada para aliviar los dolores de estómago y armonizar la circulación de la sangre antes y después del parto. Los mexicanos la usan para calambres menstruales y dolores en el parto. Se considera que el aceite de albahaca tiene propiedades vermífugas, fungicidas, nematicidas, insecticidas.


Consejos de cultivo

En los lugares que no cuentan con una larga temporada de calor, se recomienda sembrar las albahacas 6 semanas antes del transplante. Las semillas de albahaca pueden germinar a los 3 días, cuando la temperatura ambiente está entre 18 y 21 grados. No hay que regar demasiado las plántulas porque muchas veces se marchitan cuando el sustrato está saturado de agua. Se debe esperar a que el suelo se haya recalentado a la hora del transplante: por ejemplo, si la última supuesta helada es el 15 de mayo, se aconseja esperar a principios de junio. En esta época también se puede hacer una siembra directa. Hay que acordarse de que las albahacas son plantas de zona caliente. No se puede lograr una buena siembra en suelos fríos. Sucede lo mismo para el transplante de las matas que acaban de salir de viveros con calefacción, que se trasplantan en mayo. Se recomienda entonces aclimatar la mata antes de transplantarla ya que a menudo éstas se marchitan porque no han sido “curtidas” y porque las albahacas sufren en los lugares fríos y ventosos.


Polinización

Las albahacas son polinizadas por los insectos y se recomienda, con el fin de preservar la pureza de la variedad, aislar dos variedades de 50 a 100 metros. Esa es por lo menos, la versión preconizada oficialmente por los productores de semillas. Sin embargo, recomendaríamos una distancia de 500 metros, pues parece mucho más realista, guardar esta distancia en ambientes naturales y orgánicos, abundantes en insectos.

Los que quieren cultivar varias variedades de albahaca para producción de semillas pueden usar jaulas o túneles con tela mosquitero. Cada era o grupo de matas debe estar debajo de una jaula (una variedad por jaula o túnel), y cada día se levanta una jaula para permitir a los insectos polinizar las flores.

Esa técnica limita bastante la cantidad de semillas producidas por mata pero no representa un problema para el jardinero aficionado, en la medida en que las albahacas son naturalmente muy productivas. Una sola buena mata puede en realidad producir gran abundancia de semillas.


Producción de semillas

Los tallos florales maduran sus semillas de manera progresiva de la base del tallo hasta el tope. Cada celdilla contiene 4 semillas. Podemos cortar los tallos cuando las cápsulas empiezan a ponerse café en la parte inferior. Esos tallos se ponen entonces a secar en un lugar seco y ventilado.

Las semillas de albahaca tienen una duración germinativa media de 8 años. Sin embargo, pueden mantener su facultad germinativa hasta 10 años y más. Un gramo contiene cerca de 600 semillas.